Crónicas de Ocio

Catarinooooooooooooo!!!! No te vayas Catarinooooooooo!!!!... (lagrima incluida... mirada perdida en lontananza (Ay weeeeeyyy!!!) y brazos estirados... ) Así me vi ayer al darle el último adios al que fuera mi primer (y hasta ahora único) coche.

Así es... finalmente se concretó la venta del bienamado y muy maltratado Catarino. Eran las 10 de la mañana cuando el buen Irving, aquel insuslo muchachito del que hablé en un post anterior y de cuya reputación no quiero sospechar (más), llegó a mi oficina acompañado de su mamá. Así, sin más ni más nos dirigimos a un banco a que sacaran dinero, posteriormente fuimos a oootro a que lo depositará y ahí estaba yo... con una ficha de depósito y con la mirada típica de aquel a quien ya le cayó el 20... ahora sólo era cuestión de despedirnos.

Regresamos a mi oficina para el papeleo normal... endozar la factura, llenado de la responsiva, firmas aquí y allá. Irving veía que estaba sintiendo feo y le dijo a su mamá “Agarra bien los papeles... no se vaya a arrepentir”. A PA’ BROMITAS!!!! UNO SUFRIENDO Y TU PONIENDO SAL EN LA HERIDA...FOK!! pero bueno... ya fuimos al coche... vimos los últimos detalle y a bajar mis triques... tenía 789062478923078 papeles diversos... desde una factura vieja que nunca entregé hasta múltiples direcciones anotadas de lugares a los que seguramente me perdí para llegar. Bajé mis discos, los controles y todo lo que tenía ahí.

Estoy seguro que cuando estuvo vació, el buen Catarino sintió feo... seguritito extrañó el caos habitual que por 6 años lo acompañaron... verse sin chunches diversas no era común pero “pus” así fue... y ya... así como va, abrimos la puerta y se fue.... y yo con lagrimita en el ojo.. (si.. ya se... pootíiiiiisimo... y que!?!?!) Los que me conocen saben lo renuente que fuí siempre a que alguien más lo manejara, creo que cuando mucho 5 o 6 veces solté el volante... así que si... sentí horrible.

Pero bueno... a lo que sigue... mientras tanto estoy aprovechando el tiempo en lo que vuelvo a tener carro para hacer ejercicio (dizque)... ayer me entró la loquera y ¿por qué no?, que se me ocurre caminar de mi oficina a la casa. Casi 7 km, poquito más de 1 hora de caminata y yo sintiéndome super bien... creo que lo haré con mayor frecuencia... si vale la pena. Llego a mi casa como a las 7:40, con mucha sed... meto la mano a la bolsa del pantalón y DEMONIOS!!! no traía llaves, las muy desgraciadas se estaban burlando de mi desde el cajón donde las olvidé. Tuve que esperar casi una hora a que mi mamá llegara y me abriera, pero no fue tan grave.

Catarino... no se quien vaya a ser tu siguiente dueño (Irving lo compró para revenderlo) pero ojalá te traten bien... gonna miss ya lots.. and lots... and lots... and lots...